SI NECESITAS REGGAETON… DALE CLICK

Transcurría una tarde muy linda en la ciudad donde vivo, era 28 de abril.  Estábamos algo aburridos en casa mirándonos las caras los unos a los otros.  Yo, de osado pregunté: ¿Quién quiere ir a pasear? Todos gritaron con una mezcla entre alegría y desesperación: ¡YO! Demostrando así, su afirmación a la pregunta, incluso mi pequeña Lety que no entendía la situación, pero igual se emocionó con el escándalo.

Llegamos al lugar, empezamos a hacer lo que todo padre con presupuesto corto hace: mirar vitrinas y admirar los diseños hermosos de ropa con la que soñamos tener una relación.  Escuchamos música a la distancia y algunos gritos de niños emocionados, lo cual me llevó a una resolución sencilla: ¡Mis hijos necesitan estar ahí para que disfruten su día!  Le comenté a mi esposa al respecto y nos dirigimos al lugar.  Desde lejos vimos la gente y enseguida le dije a mi hijo mayor que nos acercáramos.

Conforme me fui adentrando al tumulto, mis oídos se fueron abriendo a la putrefacta letra de una canción de un cantante que no hace falta mencionar.  Mi asombro no fue sólo el escuchar ese tipo de música en medio de un evento infantil, sino que además podía ver que habían colocado una tarima donde los niños estaban bailando con esta frase de fondo: «Vamos a pegarnos como animales».

Me di la vuelta como quien se hace el loco, le dije a Lucas: vayamos a comprar un helado.  Mi hijo sólo tiene 3 años, y aunque es muy inteligente, probablemente no iba a comprender o dimensionar lo que yo estaba viendo: un mundo que sin importarle, transmite los mensajes incorrectos fundamentados en una falsa «libre expresión». Peor aún: padres y una sociedad que a ciegas conduce a la próxima generación a diferentes distorsiones.

En vista de no poder explicar del todo la situación a mi hijo, me atreví a escribirle una carta a las diferentes etapas de su futuro y creo que también te van a servir a tí.

EL NIÑO

Hijo, ya tienes 8 años, es impresionante cómo pasa el tiempo.  Me he esforzado para que tengas una buena y saludable vida. Sin embargo, no te puedo proteger siempre, así que necesito que aprendas además algunas cosas.  Sé que en esta etapa ya mi influencia no es tan grande como la de antes, sé que tienes amigos nuevos. Sé que tus amigos ocupan un lugar muy importante en tu vida, por eso es necesario que los elijas con inteligencia. Sé que ellos sabrán cosas que no me dirás a mí y también entiendo que aprendiste a pensar lógicamente. Mucho de lo que te voy a decir lo vas a analizar antes de aceptarlo como verdad y eso me parece genial.

Quiero que sepas que nadie te ama más que tu mami y yo en este mundo, por eso quiero contarte la verdad.  Tus amigos van a intentar influenciarte en cuanto a tu estilo de vida, van a cuestionar tu manera de vestir, tu posición económica, tu lenguaje; incluso te van a querer meter dentro de su propio mundo. Van a querer que vayas a su ritmo, pero créeme, la vida no fue hecha para caminar al ritmo de otros.  Es necesario que sepas que no todo lo que los otros hacen es lo correcto, trae sus consecuencias;  debes analizarlo y por supuesto sabes que cuentas conmigo para ayudarte en eso.  Con amor, papá.

EL ADOLESCENTE

Ya pasaron 5 años desde mi última carta.  Ya eres un adolescente, esta es una etapa hermosa.  Sé que estás luchando con tu identidad, la música ha cobrado gran relevancia en tu vida y de alguna u otra forma te identificas con cosas que antes no eran importantes.  Ya sientes que te estás enamorando, te presionan para que tengas novia y hables un lenguaje como el de la mayoría.  Me has preguntado sobre tatuajes, alcohol, sexo y un montón de temas incómodos. De todo esto puedo decirte que en esta etapa vas a luchar con mayor fuerza para no cometer errores y tomar buenas decisiones.

Vas a querer aprobación de otros y cuando te rechacen te sentirás menos. Sentirás que no vales lo suficiente, hasta intentarás hacer cosas para ganar el favor de tus amigos. Querrás ser escuchado y valorado, tendrás tus propias ideas y sueños, pero recuerda siempre que nada ocurre por casualidad.  Evalúa cada día cuáles son tus convicciones, qué te mueve a hacer las cosas; analiza si vale la pena arriesgar tu futuro por la aprobación de otros.

Perdona a quienes te hicieron daño en la niñez o aún en la actualidad para que llegues ligero a la vida adulta.  Ten cuidado de los mensajes que trae la música, la sociedad, el internet y los amigos a tu vida.  Sobre todo, no te dejes engañar por quienes te prometen un mundo maravilloso, pero arriesgando tu carácter. Con amor, papá.

EL ADULTO

Hola hijo, ya tienes 21 años.  Tengo una gran alegría en el corazón por haberte acompañado hasta aquí.  Una vez cuando eras muy pequeño, tan sólo tenías 3 años, te llevé a pasear a un centro comercial donde unos adultos tenían a otros niños bailando y escuchando una canción con alto contenido sexual y denigrante. Por supuesto no te dejé allí, nos fuimos a comer helados y la pasamos súper.  Ese día decidí que no permitiría que vivieras una vida llena de mensajes incorrectos.

Hoy después de 18 años estoy intentando soltarte para que vueles a tu destino, para que luches por los sueños que Dios ha puesto en ti, para que te atrevas a creer como yo, que sí se puede cambiar el mundo.  Fue inevitable que te enfrentaras a mensajes inadecuados que llegaron constantemente, pero luché hasta el cansancio por lo que se podía evitar: que te dejaras controlar por ellos y perdieras de vista tu propósito. Que desperdiciaras tu tiempo creyendo lo que el sistema le ha querido transmitir a cada generación.  Me alegra estar contigo ahora y verte salir de casa con convicciones firmes y un corazón preparado para enfrentar cualquier cosa, siempre cuentas conmigo.

 

Con amor, con todo el amor de mi corazón,  

Papá.

Deja un comentario