LO QUE APRENDÍ DE MI AMIGO EL ALEMÁN

Hay personas que con sólo una frase te pueden dar una lección de por vida.  Te hacen reflexionar y hasta cuestionarte tus propios conceptos sobre la manera en que percibes el mundo.  

giphyHace unos días conocí a una persona a quien ahora considero mi amigo, su nombre es Lukas, lo cual me recuerda a mi hijo que lleva el mismo nombre.  Él es Alemán y sí, ya le hicimos todos los chistes sobre Hitler,  y le pusimos de apodo Toni Kroos y de vez en cuando le hablamos en alemán utilizando las palabras que nos sabemos: Oliver Khan, Bayern, Frankfurt y la Colonia Tovar.

Hace unas semanas estuvo en mi casa todo el día, nos acompañó a la iglesia y de regreso me pidió que le llevasera a una tienda para comprar zapatos de fútbol. Como todo los alemanes que conozco (bueno sólo lo conozco a él) le encanta el fútbol.  Pasamos de tienda en tienda en el centro comercial, llegamos a un lugar donde encontramos un buen precio, él se probó los zapatos y según su percepción le quedaron muy bien.  

Planificamos ir por la tarde a jugar fútbol en un campo cercano a mi apartamento. Él decide sacar sus nuevos zapatos para ir a jugar y me comenta que los siente ahora un poco pequeños, me pareció extraño, sin embargo me dice nuevamente: pero está bien.  Llegamos al lugar y empezamos a jugar, todos los demás le decían el gringo (típico).  Buen jugador, muy certero en sus pases, nos entendimos muy bien y de vez en cuando le preguntaba por los zapatos, él respondía con una seña de no sentirse tan cómodo y siempre usaba la frase: «pero está bien».  Seguimos jugando por unas dos horas más, yo hacía lo que podía con mi pesado cuerpo de 85kg y de vez en cuando lo miraba para saber cómo seguían sus pies, él siempre respondía con el mismo gesto y la misma frase.  Yo supuse que realmente todo estaba bien, hasta que se quitó los zapatos cuando terminamos de jugar.  Sus pies estaban tan maltratados que me dolía de sólo mirarlo.  Sus dedos estaban rotos, sus talones destrozados por el roce del zapato, le dije con cara de asombro: ¡pero me dijiste que todo estaba bien, que no te dolía! Ni siquiera lo vi quejarse o dejar de correr tras el balón o patear al arco, siempre mantuvo su ritmo de juego sin ninguna excusa.  Me miró y me dijo una frase que quedó grabada en mi cabeza:

“Está bien, si tiene que doler, tiene que doler”.

Aprendí varias cosas esa tarde:.

  • Las condiciones adversas no determinan tu desempeño

Siempre escucho gente que basan su desempeño en las condiciones que les rodean, es decir, si el entorno es bueno tienen una buen desempeño, pero si el entorno no es favorable entonces bajan el ritmo.  Ciertamente en la vida vienen problemas que nos ponen a prueba, pero jamás deberíamos dar vueltas en la misma excusa para no lograr los objetivos que tenemos por delante.  La banda de Rock argentina «Rescate» decía una frase en una de sus canciones más viejas: Miro el puerto, no la tempestad.

Cuando te enfocas en las condiciones, pierdes de vista el objetivo.

El dolor, la rabia, la impaciencia, pueden ser elementos que aparezcan de vez en cuando cada vez que decides iniciar un proceso.  Bien sea el emprender un negocio, ser íntegro, honesto, o cualquier cosa que exija crecimiento. Las condiciones adversas sirven para una sola cosa: Para demostrar de qué estamos hechos.  giphy5¡No permitamos que las condiciones adversas modifiquen nuestra actitud!.  Creo que esa es la peor parte de todo, porque hay algunos que pasan días de amargura,  y peleando con la adversidad misma en vez de asumir una buena actitud que genere cambios.  Todo esto me recuerda una historia de la Biblia.  Cuando Josué y Caleb vieron que la tierra prometida estaba atestada de gigantes, a diferencia del resto de los espías, ellos tuvieron un espíritu diferente y esa fue la razón de aguantar hasta ver cumplida la promesa de Dios.

  • La queja no es más que otro obstáculo que le añadimos al proceso

Como si no fuera suficiente con el reto que se nos presenta en frente, somos expertos en quejarnos de todo lo que ocurre.   En otras palabras, nos programamos para ver lo negativo y darle valor cada vez que con nuestra boca usamos la queja como herramienta.  Filipenses 2:14 dice: “Hagan todo sin quejarse y sin discutir”. Sí, ese versículo está en la Biblia.  Ahora noto que lo usamos muy poco.  Cuánto nos cuesta hacer las cosas sin murmurar o quejarnos, casi siempre estamos lamentándonos de lo que no pudo ser.  giphy4Leemos la hora siempre con lo que falta y no con lo que tenemos, faltan 5 pa las 12 dice una canción popular decembrina.  Nuestra historia latinoamericana nos ha enseñado a vivir quejándonos de lo que nos falta, nos auto saboteamos para poder justificar que no pudimos por esto o por aquello.  Lo que ocurre en nuestros países no es más que la repetición de una cultura de abandono aprendida de nuestros “padres” europeos que llegaron, tomaron a nuestras mujeres y se fueron.  Por andar quejándonos en vez de generar cambios, nos hemos saboteado y añadido peso sin necesidad.  Usa bien tus palabras y avanza, que los retos sin problemas son solo sueños.

  • Si tiene que doler, tiene que doler

Esta frase fue lapidaria para mí.  Hoy día intentan vendernos una vida sin problemas y hasta un evangelio fantasioso.  Peor aún, no nos están enseñando a luchar cuando nos dicen que todo es color de rosa.  Queremos seguir cómodos en lo que estamos haciendo sin asumir nuevos retos porque pueden ser dolorosos.  giphy2Salir del confort ciertamente va a traer muchos problemas, pero seguramente valen la pena.  Siempre digo que no perdemos; o aprendemos o ganamos.  La inteligencia según David Weschler es “la capacidad de resolver situaciones nuevas.”  Si quieres crecer en inteligencia, asume el dolor y atrévete a tomar nuevos retos, y si tiene que doler, tiene que doler.  Naamán en la Biblia no quería bañarse en el Jordán porque era un río asqueroso, pero esa era la solución que le había dado Eliseo.  Luego de luchar con su ego y gracias al consejo de buenos amigos, decidió entrar no una, sino 7 veces y su cuerpo fue sano.  ¡El coraje se desarrolla en el dolor!.  Hay muchas historias de atletas jugando con la mitad de su capacidad física por algún dolor, pero dando todo de sí porque sabían que el premio lo vale.  Si tu premio vale el dolor, pues que duela.  

  • Al final del día siempre tus pies van a descansar

Las falsas expectativas nos hacen un gran daño cuando estamos emprendiendo algún reto.  La mejor expectativa es saber que de esta vida no vamos a salir vivos, que cualquier problema tiene solución, y si no lo tiene pues no vale la pena estresarse; .  Al final del día, Dios siempre extiende su mano cuando nos estamos hundiendo.   ¡No desmayemos cuando estemos en problemas o sintamos que no podemos continuar! Cuando el partido termine, nos vamos a quitar los zapatos y vamos a descansar. giphy3Luego miraremos atrás y entenderemos que muchas de las cosas por las que nos volvimos ansiosos no fueron más que tonterías que no valían nuestra preocupación.  Mateo 6 dice que: “Dios tiene el control sobre todas las cosas y que él viste a los Lirios del campo y da de comer a las aves”,.  ¿Por qué preocuparnos? Si buscamos agradar a Dios en primer lugar, nos iremos a dormir en paz porque su mano nos sustenta.  He tenido varios pacientes que pasan días sin dormir por causa de sus problemas, mi conclusión es que lo que realmente no los deja dormir es el intento fallido de llenar falsas expectativas y olvidan que los zapatos en algún momento se los tienen que quitar porque han llegado a casa.

A veces me pregunto si nuestro círculo vicioso de malas decisiones tendrá que ver con una cultura de indisciplina y hasta un toque de cobardía para lograr objetivos.  Muchos me cuentan que cuando han estado cerca de lograrlo se quitan los zapatos y se salen del juego, otros optan por quejarse tanto que terminan fastidiando a quienes juegan a su lado y nunca más reciben un pase con ocasión de gol, hay un tanto más que olvida que el partido no dura para siempre.

giphy1Al final del día, aunque el resultado sea adverso, lo más valioso es probarte a ti mismo que puedes lograrlo y que si tiene que doler, tiene que doler. Gracias a mi amigo el alemán que ni se enteró lo que me enseñó ese día de buen fútbol.

Con amor, pastor Arnold Sierra. No olvides suscribirte al blog y compartir con otros.

 

2 respuestas a “LO QUE APRENDÍ DE MI AMIGO EL ALEMÁN

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